27 de Mayo de 2021 |
La cuarta revolución industrial, también llamada Industria 4.0, ya está aquí y está llamada a cambiar de forma profunda el funcionamiento de las empresas y los hábitos de consumo. Tecnologías como la robotización, el Internet de las cosas (Iot), la inteligencia artificial o el blockchain están imponiéndose cada vez más en el sector industrial y en muchas actividades económicas.
Estamos en plena revolución tecnológica e industrial, una revolución que nace de la necesidad de alcanzar una mayor eficiencia para responder a los nuevos hábitos de consumo y a los retos medioambientales: productos personalizados al gusto del cliente, con inmediatez y con unos costes competitivos. Fabricados y distribuidos de forma más sostenible.
Un cambio de hábitos que la pandemia de la Covid 19 no ha hecho sino acelerar. En este nuevo escenario, el sector logístico se ha convertido en el gran protagonista ante el extraordinario incremento en el último año del comercio electrónico. España fue el tercer mercado del mundo donde más creció la compra online en 2020 (36%), según un estudio de la agencia e-Marketer.
La nueva economía será posible gracias a la llegada de la tecnología 5G, que va a permitir el despliegue de las nuevas herramientas tecnológicas, aumentando la hiperconectividad y posibilitando el uso masivo de drones y robots. Con el 5G no solo aumenta la velocidad de conexión, sino que se reduce el tiempo de respuesta de la red y se multiplica exponencialmente el número de dispositivos que pueden estar conectados entre sí.
Pero, además, el crecimiento de la tecnología 5G es un aliado frente al gran reto de la sostenibilidad global. La conectividad permite lograr un uso más eficiente de los recursos, y puede desempeñar un papel clave en muchos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Así, por citar algunos ejemplos, puede gestionar y manejar enormes magnitudes de tráfico móvil, incrementar el número de sensores inteligentes que gobiernan las ciudades, los hogares, las fábricas y la agricultura y permitir implantar hábitos más sostenibles de consumo y patrones de uso eficiente de la energía.