31 de Julio de 2023 |
La nueva economía está suponiendo profundos cambios y transformaciones debido a la intensidad de los avances tecnológicos, la digitalización y la globalización que, a su vez, han introducido nuevas formas de producir, distribuir y consumir bienes y servicios. También ha comportado cambios significativos en el mundo laboral y por lo tanto en la salud de las personas trabajadoras. De entrada, hay que decir que la flexibilidad en el trabajo y el acceso a tecnologías de la información están mejorando la conciliación entre el trabajo y la vida personal, lo que sin duda tiene un impacto positivo en el bienestar de los trabajadores.
Sin embargo, los expertos también advierten que pueden surgir problemas relacionados con la seguridad y, especialmente, con la salud mental de los trabajadores. El trabajo en remoto puede llevar a una mayor sedentarismo, problemas ergonómicos y aislamiento social. Por otra parte, las plataformas de economía colaborativa pueden generar nuevas formas de empleo sin las mismas protecciones laborales que ofrecen los empleos tradicionales.
En este escenario se hace necesario por lo tanto que la nueva economía promueva un nuevo modelo de salud laboral adecuado a los nuevos tiempos, lo que implica la implementación de regulaciones, promoción de prácticas de trabajo saludables y la concienciación sobre los riesgos y desafíos específicos asociados con el trabajo en la nueva economía.
En este sentido, a principios de 2023 el Gobierno presentó una nueva Estrategia de Seguridad y Salud Laboral que recoge los cambios derivados de las nuevas formas de organización del trabajo, la evolución demográfica y el cambio climático y por primera vez ha situado al mismo nivel la protección de la salud física y mental de las personas trabajadoras.