Solo en la Unión Europea, el transporte es responsable de más del 25% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), de las cuales en torno al 70% provienen del transporte por carretera. Vivimos un momento de transición verde hacia un nuevo modelo medioambiental, económico y social.
Según un estudio de la consultora Deloitte, en España el transporte es la actividad que genera un mayor volumen de emisiones GEI. Durante los últimos 15 años este sector sólo ha reducido sus emisiones un 8%, mientras que los otros dos grandes sectores emisores -la generación eléctrica y la industria-, han reducido sus emisiones un 31% y un 32% respectivamente.
Pero ¿qué habría que hacer para lograr ser neutros en carbono? Estas son algunas de las claves que recomiendan los expertos:
- Fomentar la movilidad sostenible en todos los ámbitos, pero especialmente en el privado. La extensión del vehículo eléctrico y la infraestructura de recarga de acceso público.
- El transporte de mercancías podría reducir hasta en un 50% sus emisiones si se impulsase el ferrocarril eléctrico para el transporte pesado y los camiones eléctricos para el transporte ligero. Pero la realidad es que en España el 95% del transporte de mercancías se realiza por carretera y que el coste del transporte por ferrocarril puede ser entre un 20% y un 50% más caro.
- Establecer ayudas y apoyos al sector industrial para avanzar en la transición energética.
- Promover el consumo responsable y una alimentación más sostenible, menos dependientes de la ganadería y agricultura intensivas.
- Impulsar nuevos desarrollos tecnológicos relacionados con la captura, uso y almacenamiento del carbono.
- Impulsar la economía colaborativa con iniciativas como el carsharing.
- Potenciar un plan de rehabilitación de edificios para reducir emisiones, apoyado en el uso de energías limpias como la energía solar, la energía hidráulica, la energía eólica o la última iniciativa de Repsol, la energía geotérmica.